domingo, 8 de abril de 2012

ACTUALIDAD / Reciclado




El Uso del Desuso
Bolsas y Envases con Destino Seguro

Ante el aumento en la aplicación de agroquímicos con destino agrícola y la adopción de nuevas herramientas para el almacenamiento en chacra, crece la necesidad de reciclar el material en desuso de bolsas de silo y envases de pesticidas y agroquímicos. A dónde dirigirse, cuánto pagar y qué hacer para que el material de descarte no contamine y tenga una vía de salida. 

USAR Y VOLVER A USAR. Puede que este sea el slogan del plástico de aquí en adelante. Con el paso del tiempo, este material que puede cambiar de forma mediante compresión por calor, se ha convertido en una de las materias primas más utilizadas para la conservación y almacenamiento de productos agrícolas, desde herbicidas, agroquímicos, productos veterinarios y últimamente, bolsas para acopiar cereal o reservar silaje. 
Sin embargo, los restos que quedan en el campo pueden convertirse en factor contaminante para la tierra y el medio ambiente si no encuentran un destino seguro. En este orden, la incineración a cielo abierto –a la que recurre la mayor parte de los productores-, no es considerada una alternativa sustentable porque daña severamente el ecosistema, afectando no sólo la capa de ozono sino despojando de fertilidad a la zona en la que se realiza la quema. Por otra parte, tampoco puede ser una alternativa enterrar los deshechos, dado que el ecosistema necesitaría cientos de años para degradarlos. 
Según datos de Agrolimpio, el programa inspirado por Casafe en junio de 2004, el volumen anual de envases despachados al mercado de productos fitosanitarios alcanza las 5.700 ton, al tiempo que en el mercado de las bolsas para silo se esperan vender unas 20.000 toneladas en el 2005, lo que habla de mayores complicaciones a nivel de contaminación ambiental si no se soluciona el destino final de dichos materiales. 
Para evitar contratiempos y preservar la sustentabilidad del medio, hay varios programas –públicos y privados-, que trabajan en el reciclado de los residuos contaminantes. Impulsados por un fin económico directo, unos, y por el bien comunitario, otros, lo importante es que contribuyen a no contaminar el ecosistema que nos rodea y del que obtenemos la producción que se convierte en ingreso genuino. 


BOLSA EN MANO. Hace mas de un año, en pleno auge de las bolsas para silo, la herramienta que se expandió tan rápidamente en Argentina que hoy cotiza como tecnología nacional, un grupo liderado por Sergio Ortiz, comenzó a trabajar en la mejora, pensando en el día después del uso de la bolsa, porque esta herramienta tiene una vida útil que termina cuando se extrae el grano, pero ¿después qué? A quemarla, enterrarla, o encontrarla hecha jirones por los campos. Para agilizar la salida de los establecimientos de tanto plástico en desuso, Siclo Rural organizó el retiro de las bolsas usadas, tal cual quedan luego de la extracción, las que se distribuyen a las distintas Recicladoras del País donde se muelen y lavan para luego comenzar con el proceso de reciclado. “Nuestro funcionamiento es sencillo y sin costo para el productor, porque retiramos bolsas en todo el país y sólo exigimos que el productor cuente con una cantidad mínima de 10 unidades para retirar. Tenemos un coordinador que organiza la recorrida conforme a un itinerario con fecha y hora definida y tratamos que los camiones siempre lleguen completos para no desperdiciar el flete”. “Por lo general las personas que coordinan se comunican con el campo para saber el estado en que se encuentran las bolsas –enrolladas, estiradas, cortadas– y determinar cuánta gente enviar para cargar. A esto, le sumamos el pago del material en efectivo, y a un razonable precio, que es el que se paga en el mercado.
En cuanto al destino,  un 90% de lo que se recolecta-, tiene varias aplicaciones, siendo la salida más común la fabricación de bolsas de consorcio, caños de agua y geomembrana (Plástico de 1.000 a 1500 micrones para hacer canales de efluentes de agua). 

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